Seguro que ya sabes para qué sirve el champú: limpiar tu cabello y también protegerlo. Pero ¿sabes cómo funciona? ¿O cuántos tipos de champú existen?
¿Cómo funciona el champú?
Aunque no hayas hecho nada para ensuciarte el pelo, este puede estar grasiento. Nuestra piel produce sebo de forma natural, una sustancia grasa, para cubrir y proteger el cabello y el folículo piloso. El sebo cubre la cutícula o capa de queratina exterior de cada hebra de cabello, dándole un brillo saludable. Sin embargo, el sebo también hace que tu cabello se vea sucio.
El polvo, polen y otras partículas son atraídas por el sebo y se adhieren a él. El sebo es hidrófobo (es repelido por el agua), por lo que Impermeabiliza tu piel y el cabello. Por tanto, el agua sola no elimina la grasa del pelo, para eso se necesita champú.
El champú contiene detergente, muy parecido a lo que se pueden ver en un lavavajillas, detergente para la ropa o gel de baño.
Los detergentes funcionan como agentes tensioactivos, esto significa que son capaces de unirse con aceites y partículas de suciedad. Cuando se enjuaga el cabello después de usar el champú y dejarlo actuar durante unos minutos, los detergentes son barridos por el agua, arrastrando el sebo y la suciedad.
Tipos de champú que hay en el mercado
A pesar de la increíble variedad de champús que se ven en las tiendas, lo cierto es que los formuladores de cosméticos los dividen en cuatro grandes categorías:
Champús para limpieza profunda
Son los más habituales. Eliminan la grasa y la suciedad del pelo, aunque pueden ser agresivos para el cabello si se usan con demasiada frecuencia. Dentro de esta categoría existen champús para diversos tipos de pelo o para conseguir diferentes efectos.
Champús con acondicionador
Los champuses con acondicionador tienen menos detergentes, así que son más suaves que los anteriores. Dejan el cabello suave y sedoso, por lo que son ideales para cabellos maltratados o que necesitan cuidados especiales.
Champús anticaspa
Son los champús diseñados para eliminar la caspa del cabello. Pueden venderse en farmacias porque llevan ingredientes médicos para conseguir su fin.
Champús para bebés
Son parecidos a los champús normales, pero más suaves y diseñados para no causar irriación en los ojos o en la piel
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